El modo de vida que llevamos condiciona nuestro humor y nuestro estado de ánimo. Dado que hoy en día vivimos con mucho estrés intentando compaginar nuestra agitada vida laboral con nuestras obligaciones familiares, la ansiedad forma parte de nuestras vidas, necesariamente. Intentar, si no eliminarla, lidiar con ella, es lo que tratamos para llevar una existencia más llevadera.
Para empezar, disponer de un momento de relax a diario en nuestro hogar es casi imprescindible para poder rendir adecuadamente. Disponer de un baño relajante de vez en cuando es uno de los modos más eficaces para equilibrar nuestra ajetreada vida. En este caso, seguir la filosofía oriental para decorar el baño es un muy buen modo de empezar a relajarnos en el hogar, porque, efectivamente, se trata de trasladar las ideas zen en nuestro baño mediante la decoración, que se presenta muy estudiada para transmitir sensación de calma, paz y tranquilidad. En el post de hoy te ofrecemos unas ideas para que conviertas tu baño tradicional en un original baño zen. ¡Toma nota!
La primera idea es que la decoración ha de estar ideada para transmitir armonía y facilitar la meditación. Es por ellos que procuraremos decorar este espacio de manera muy sencilla y, sobre todo, mantendremos el orden, ya que un espacio desordenado transmite sensación de nerviosismo e intranquilidad, que es justo lo contrario a lo que queremos conseguir.
Por otro lado, decantarse por muebles y sanitarios de líneas rectas también acercará más nuestro baño a la filosofía zen. En esta línea, la simplicidad en la decoración del mobiliario también la conseguiremos con muebles sencillos, además de contando sólo con los necesarios, pudiendo disfrutar así de espacio libre.
Otra clave de los baños zen es su ubicación en la casa. Preferentemente, convendría situarlos donde haya una fuente de luz natural, de manera que contaran con un ventanal que permitiera la entrada de luz y el contacto con la vegetación. Si esto no es posible, procura que tenga ventanas que den a un patio de luces.
Otro truco es contar en las ventanas con persianas de madera o de bambú en una tonalidad clara, de modo que no impidan la entrada de la luz. Además, procura amueblar tu baño con muebles de madera natural, dado que es una fuente de energía natural fundamental. La piedra es otro de los elementos que no pueden faltar en nuestro baño. Puedes utilizarlas con fines decorativos, por ejemplo, poniéndolas en la misma pila o en el lavabo, sobre unas bandejas de mimbre o madera.
Por último, en ningún baño zen que se precie deberían faltar detalles de ambientación que aporten serenidad al ambiente, como flores, velas aromáticas o barritas de incienso. ¡Anímate y reconvierte tu baño al estilo zen para armonizar tu vida!