A la hora de decorar nuestra casa, contamos con elementos propios de un hogar, desde los muebles hasta la pintura de las paredes. Estamos acostumbrados a espacios decorados con cuidados estilos propios de hogares más bien tradicionales.
Frente a esta línea de decoración y arquitectura surgen nuevas formas de expresión artísticas y decorativas que se cuelan en las casas menos conservadoras para dar un toque de distinción y creatividad a su estética. Una de ellas es la propia del estilo industrial adoptado a los hogares, normalmente a los lofts.
Los lofts son espacios amplios y diáfanos muy luminosos y con grandes ventanas. El estilo industrial surge a raíz de convertir los lofts, tradicionalmente usados como fábricas y almacenes, en viviendas.
Al reconvertir estos espacios industriales en hogares con pocos recursos económicos, las estructuras propias de los lofts (tuberías, ladrillos y superficies rugosas) se integran en una vivienda tradicional. Se trata de estructuras desnudas que dejan al descubierto la naturaleza de su uso.
Este tipo de espacios, generalmente asociados a personas cuyo estilo de vida es de un nivel socioeconómico alto y vanguardista, tratan de resaltar el descuido y la vejez propios de estos ambientes industriales en la decoración de espacios convertidos en viviendas.
Materiales como el acero, el hierro, los cristales, objetos como las tuberías o los pilares, además de muebles de madera cruda o reciclados de espacios industriales, forman parte del engranaje decorativo de los lofts, como una opción más que adecuada para armonizar espacios arquitectónicos industriales con los ambientes cálidos propios de cualquier hogar.